A partir de una determinada edad, normalmente entre los 18 y 20 años, cuando cesa el crecimiento, prácticamente todo el mundo puede colocarse un implante. Sin embargo, si te tienen que colocar un implante y padeces alguna enfermedad, aunque no está contraindicado, sí que es importante que lleves un control más exhaustivo.
Si tienes diabetes, enfermedad cardiovascular, tomas bifosfonatos (por osteoporosis o si has padecido un cáncer) o anticoagulantes hay que considerar una serie de factores.
Te lo explicamos con más detalle en el blog de este mes. Sigue con nosotros
Implante y enfermedad sistémica. ¿Pueden realizarme el tratamiento?
Lo más habitual es que cualquier persona con un buen estado general de salud o con una enfermedad sistémica controlada pueda someterse a una cirugía de colocación de implantes.
Pero, aunque de manera general es así, tu especialista estudiará de manera individualizada tu caso para confirmar que sí que puedes someterte a la intervención.
Si tengo una enfermedad cardiovascular ¿Puedo colocarme un implante?
Si padeces una enfermedad cardiovascular va a depender mucho de tu caso en concreto. Para realizarte un tratamiento con implantes tiene que haber una colaboración entre tu cardiólogo y tu periodoncista.
Lo que sí que te podemos decir, es que hay una serie de indicaciones que has de tener en cuenta:
- Si has sufrido un infarto (ataque al corazón) no puedes realizarte un tratamiento con implantes hasta que no haya pasado, al menos, un año desde que se produjo. Y siempre bajo la supervisión del cardiólogo.
- Si padeces una enfermedad cardiovascular crónica grave, será necesaria la autorización del cardiólogo para realizar el procedimiento. Y es muy importante informar si llevas marcapasos, si tienes historial de fiebre reumática, soplo cardíaco, disfunción valvular u otros problemas del corazón para valorar entre los dos expertos si es recomendable o no hacerte el tratamiento.
Tengo osteoporosis ¿puedo ponerme un implante si tengo esta enfermedad?
La osteoporosis es una enfermedad que se caracteriza por una disminución de la densidad de los huesos a causa de la pérdida del tejido óseo normal. Esto conlleva una disminución de la resistencia del hueso frente a los traumatismos o la carga, con la consiguiente aparición de fracturas.
Esta enfermedad en sí misma no supone una contraindicación para la colocación de implantes. Lo que sí que tienes que tener en cuenta es el tratamiento que sigues para combatirla.
Uno de los medicamentos para tratar esta enfermedad son los biofosfonatos y esta medicación puede ser tomada por vía oral o por vía intravenosa. Dependiendo de cómo la tomes y el tiempo que lleves haciéndolo, la colocación de un implante puede estar contraindicado.
Hay que hablar con el reumatólogo o ginecólogo que te administre el tratamiento antes de la colocación de implantes y decidir el momento adecuado y si se puede realizar la intervención.
¿Y si tomo anticoagulantes?
Si tomas anticoagulantes, esta medicación no tiene por qué suponer un impedimento para la colocación del implante, pero cada caso debe estudiarse de manera individual y consultar con el médico que te los ha recetado.
El médico que lleva la medicación debe indicarnos si el paciente puede realizarse la intervención y, en el caso de que la respuesta sea positiva, determinar si es necesario modificar la pauta de uso de los anticoagulantes.
¿Diabetes e implantes?
Otra de las enfermedades que pueden influir en la conveniencia o no de realizarte un tratamiento con implantes es la diabetes. De manera genérica, las personas diabéticas sí pueden colocarse implantes dentales.
Pero, deberán tomar una serie de precauciones ya que la diabetes es una enfermedad que puede causar graves problemas de salud y ralentizar los procesos de curación y cicatrización..
En el caso de los implantes dentales, las personas diabéticas se los pueden colocar siempre y cuando la enfermedad esté controlada antes de comenzar el procedimiento quirúrgico. Si no se controla adecuadamente el nivel de azúcar en sangre, se corre el riesgo de fracaso por complicaciones en la cicatrización y osteointegración.
Para intervenir, será necesario cumplir este requisito, así como extremar las precauciones posteriores para que las complicaciones propias de la enfermedad no se manifiesten.
¿Y tú? ¿Tienes dudas sobre si puedes o no puedes hacerte un tratamiento de implantología?
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